viernes, 27 de febrero de 2015

Seguro de vida.

¿¿¿SEGURO DE VIDA 

o SEGURO DE DEFUNCIÓN ???

Estaba haciendo unos trámites, y la señora que me atendía, empezó a preguntarme: ¿Dónde quieres la tumba?
¿Cómo quieres que sea tu entierro? 
¿O prefieres incineración? Uh … 
Vaya dilema. Os confieso que no me pude decidir en ese momento … después pensé: “Qué más da.” Solo es un cuerpo muerto, en putrefacción, maloliente y seguramente con un aspecto desagradable y repugnante. En vez de pensar en ese cuerpo sin vida mejor pienso en mi alma. ¿Qué pasará con mi alma? Si tengo seguro de vida, mi cuerpo estará en un hermoso ataúd, tendré un espectacular ramo de flores y un epitafio que dice DESCANSA EN PAZ. ¿Y mi alma qué? ¿Cómo puedo asegurar mi alma? Pensemos un momento. Dios hizo un pacto con la humanidad dejando sus leyes y mandamientos. Dijo que si los guardamos tendremos vida eterna, sino tendremos parte de muerte eterna. ¿Y como lo sabemos? Tratemos de examinar nuestra vida. Encontraremos mentira, robo, adulterio, envidia, etc. Podemos seguir la lista hasta repasar los 10 mandamientos. Como bien hemos constatado, el pecado nos asegura la muerte eterna. El seguro de vida se convierte en un seguro de defunción. Exacto. Porque ya sabemos dónde irán los culpables. Estamos condenados a una muerte eterna. Al menos que alguien pague por nuestros pecados y asegurarnos la vida eterna. ¿Pero quién...? Todos pecaron. Mas yo quiero compartir contigo la mejor noticia de mi vida. Dios se hizo hombre hace más de 2000 años y vivió una vida perfecta, sin mentira, sin robo, sin pecado. Lo hizo con el propósito de morir en la cruz y pagar por nuestros pecados. Resucitó al tercer día. Ahora esta a la diestra del Padre. ¿No es maravilloso? Jesucristo ya pagó el seguro de vida. Hay una póliza de vida eterna a mi nombre, y al tuyo también, si quieres. Tienes que hacer dos cosas para tomar este seguro. Primero, arrepiéntete de todo corazón, dale la espalda al pecado. Después, deposita tu confianza en la cruz. Clama a Jesucristo con un corazón sincero y arrepentido, habla hoy con el único que puede asegurar tu alma. Hay una póliza de vida a tu nombre. No esperes más. Hazlo YA. Mañana puede ser demasiado tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario